jueves, 20 de enero de 2011

Indiferencia I

Pasotismo tal vez. No quiero sentarme a ver la vida pasar y que todo me de igual. No quiero convertirme en esa persona. Rutina, conformarse. Tener un velocímetro que marca de 0 a 210 pero no ir nunca a más de 60.

Pues quiero ceros. Enfados, berrinches, lloros, melodramas. Y doscientos diez. Adrenalina, orgasmos, fiestas, risas, mente nublada... Un poco más de bipolaridad en la sopa, por favor.

Necesito un cambio. Levantarme de esa silla y seguir caminando hacia una meta que no existe pero que yo misma puedo crear.

Smile. You can.

martes, 14 de diciembre de 2010

Nocturnidad

Como no, siempre dejando todo para el último momento consigue que a las 9 am aún no tenga intención de acostarme.

Lo admito, en el fondo me gusta quedarme hasta ver amanecer. No suele ser muy productivo, pero...

Calma. Parece que el tiempo se detiene, aunque realmente pasa más rápido. Todos los sonidos se ven incrementados: La silla chirría de forma molesta cada vez que me recuesto, la música al 12 suena por toda la habitación.
Nunca pasa nada, no hay nadie, y si lo hay miras el puntito verde con complicidad y sonríes. Seguramente esté igual que tú, no es cuestión de molestar.

Se empieza a hacer de día, apago la luz. Debe haber nevado esta noche porque el árbol de mi ventana se ve de nuevo cubierto de blanco...

(Desde mi ventana, cuando realmente nevó)

Admitámoslo, necesito otro café.
La cafetera automática, al lado de mi cama, empieza a humear. Me recuesto en la cama a la espera mirando el humo. Me pongo a hacer pompas de jabón. Las burbujas al explotar hacen "plop". Paz.

Voy a ver si el café me empieza a hacer efecto mientras escribo esto.
Algún día aprenderé a aprovechar el tiempo, espero.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Volar


¡Exacto! ¡Eso es lo que yo quería decir! Que tanta agua me ahoga, yo lo que quiero es poder ver el mundo entero sin tener que inclinar demasiado el cuello.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Nostalgicosa

Llevo dos días entre trenes, por ansia viajera y algún que otro error, y en uno de los trayectos me ha dado por mirar las fotos de mi ipod.

Primer pensamiento: Tengo que actualizarlas.
Segundo pensamiento: Mejor las borro todas directamente.
Pensamiento final: Voy a ver que canciones melancólicopseudodepresivas encuentro.

Es que no me veo. De verdad. Me miro y no me creo. No sé dónde fui a parar.

Quiero ver verde otra vez. Tanto blanco me deslumbra.

jueves, 28 de octubre de 2010

Pues no se está tan mal

El frío me despeja, la calefacción mantiene mi salud.
Buenas noches, mejores madrugadas y una buena cafetera para las mañanas.
Madrugo demasiado, aprovecho los días.
Viajar es fácil, y aunque aquí no haya grandes edificios, me conformo con el suelo lleno de hojas y una chica en bici con su perro en la cesta.

Paseando hacia el supermercado, Cottbus

Puede que a veces no entienda demasiado, pero creo que estoy aprendiendo a hacerme entender.
Sí, me obligo a aprender y lo haré.
Distinta mentalidad, calles limpias y vale para el supermercado si les llevas las botellas vacías.
No tengo a quién contarle mis penas, pero sí con quién compartir mis alegrías.
La balanza por el momento es positiva.

Y al fin y al cabo...

Echar de menos es algo a lo que ya me he acostumbrado.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Pánico

Pues sí, se ve que es de verdad. Que quedan escasas horas para coger un avión hacia un lugar desconocido con un idioma ininteligible para mi. Lugar en el que viviré los próximos 9 meses. Sí, me gusta complicarme la vida.

Mi habitación aún está con la maleta abierta en el centro y la mayoría de cosas desparramadas por ahí. Odio hacer maletas.

Estrés. Detesto estresarme, no estoy acostumbrada y me produce pánico.

Y aún no lo veo como algo real, supongo que porque no ha pasado.

Menos mal que la gente me manda ondas elctropositivas, incluso mi abuela, que dice que seguro que mi abuelo, quien estudió dos años en Munich mientras se carteaba con ella (porque por aquellos tiempos, "el teléfono no se estilaba"), desde "el más allá", estará orgulloso de mi.

Respira hondo. Demasiadas espectativas. No sé si para mí o para los demás.

Apuuufffff...



Todo va a salir bien.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Marruecos

Fue hace más de un mes, pero me niego a que ese instante quede en el olvido.

Desierto de Zagora. Anochecía mientras los camellos llegaban a las tiendas. Un té ardiendo antes de la cena. Nos falta agua. Yo voy.

Anochece en Zagora. Foto desde el camello.

Salir. La completa oscuridad. Que me tengan que indicar "anda recto en esa dirección y te tropezarás con tu tienda". Y mirar hacia arriba.

Brisa. Oscuridad. Estrellas... La de veces que me habré quejado de la contaminación lumínica, y las que me habré enorgullecido de estar en un lugar en el que hubiera poca. Me equivocaba. Miré al cielo y me quedé ahí, clavada, pensando "tengo que ir a por agua", dándome cuenta de que realmente nunca lo había visto de verdad.

Después de cenar, volvimos fuera, y a ritmo de timbales nos tumbamos en la arena a descubrir estrellas. Al final, salió la luna casi llena y nos jodió el percal. Y que tenga que ser la luna la que apague las estrellas en vez de las farolas.

No somos conscientes de la imagen que nos perdemos cada noche, de verdad. Yo solo podía sentir que me embargaba la felicidad.

martes, 22 de junio de 2010

Exámenes

Yo quiero vivir en un festival de rock, con mi tienda de campaña debajo de un árbol, mi colchón hinchable y millones de personas alrededor. Y puestos a pedir, un camping gas, una ducha, y una tienda de comestibles a la vuelta de la esquina.

Vacaciones por favor.