lunes, 5 de septiembre de 2016

Metas

Aparcar el miedo a un lado y tirarse de cabeza. No esperar que alguien te ofrezca una mano para cumplir tus metas. No esperar... A ver que tal.

lunes, 27 de junio de 2016

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Por favor, decidme cómo lo hacéis. Cómo encontráis fuerzas para seguir en la lucha viendo que no pasa nada. Para pasar vuestro tiempo libre en debates, reuniones, asambleas, manifestaciones, organizando huelgas y piquetes... Cómo conseguís que no os afecte que después de tanto trabajo se os desprecie en los medios, se os ignore, se os vapulee... De dónde sacáis la energía para seguir plantando cara a ese gigante mientras veis cómo va creciendo en vez de retroceder.

¿Saben? Quizás nos quiten la sanidad pública, la misma que ha salvado a mi madre. Las pensiones que mantienen a mi abuela. La educación que ya no queda. Los pocos derechos laborales que conseguimos conquistar y que contaba con poder disfrutar algún día.

Yo quería tener un lugar al que volver. Creo que lo llaman patriotismo aunque no lo entiendo muy bien. Soñaba con construir juntos un país mejor en el que valiese la pena trabajar. Yo quería, ilusa de mí, trabajar "de lo mío" en mi país. Medio Ambiente... ¡Y además tener un sueldo digno! Descartado está.

He luchado. No tanto como muchos de vosotros pero mucho más que todos ellos, esos a los que se lo han dado todo hecho. Incontables manifestaciones y reuniones cada vez que amenazaban con quitarnos algún derecho. Y ver cómo les era tan fácil ignorarnos y hacerlo.

No sabéis lo que os admiro camaradas, contadme vuestro secreto porque a mi se me agotan las fuerzas.

sábado, 7 de mayo de 2016

Orden

Para poner las cosas en su sitio primero prefiero dejarlo todo patas arriba. Y volver a empezar.

domingo, 31 de enero de 2016

Fugaz

Porque me enamoro en un instante, de un instante. Y en un momento, que pasa a ser luz y sentido, se esfuma, sin darme tiempo a entender el sentimiento. Hasta que aparece una nueva luz, un nuevo sentido, otro de esos suspiros que merecen dejarte sin aliento.

lunes, 25 de mayo de 2015

Merece la pena

La sensación se repite.

Hace poco más de cuatro años me la pasé pegada a la pantalla del ordenador buscando noticias, información, imágenes, videos... Y llorando de emoción, pues un grupo de gente se había reunido en una plaza y cada vez eran más, y no podían hacer nada contra ellos. Tuve que pedir mi voto por correo, lo cual me costó esfuerzo y sudor, y cuando vi los resultados todo se me vino abajo.

Hoy he recobrado esa ilusión, parece que la lucha ha continuado todo este tiempo y poco a poco va dando frutos palpables. Hoy no puedo parar de mirar recuentos, artículos, imágenes, videos, y de seguir emocionándome al comprobar que al fin y al cabo somos un pueblo luchador. Que si no aceptan nuestro método nos tendremos que acoplar al suyo.

Gracias a nosotros por devolvernos la ilusión.

martes, 22 de julio de 2014

La valiente

La burgoleonesa.
La que perdió a su padre a los 15 y tuvo que ayudar a cuidar de sus hermanos mientras su madre trabajaba en otra ciudad para que saliesen adelante.
La que decidió irse a estudiar a otra ciudad.
La que escuchaba Siniestro Total y Loquillo.
La que salió con un divorciado, haciéndose íntima amiga de su exmujer.
La que se mudó a la otra punta de España.
La que disfrutaba vendiendo tickets para un barco y pegándose una comilona de vez en cuando.
La que rompió aguas en un supermercado y fue a pedir una fregona.
La que después de parir dijo que nunca más y comió bombones hasta hartar.
La que se hizo experta en briozoos trabajando por amor al arte.
La que se separó.
La que tuvo que explicarle a su hija de 6 años que su padre había ido al cielo. Le acabó enseñando el periódico para que le creyese, pero nunca la llevó al cementerio.
La que consiguió criar a una niña sola y compaginarlo con un trabajo que al principio no le gustaba.
La que se la llevaba de bares para poder tomarse unas cervezas con sus amigachos.
La que le explicó a una niña de 10 años que nunca debía depender de nadie, consiguiendo que el mensaje quedase claro.
A la que se le escapó una lágrima mientras su perra yacía en el jardin.
La que ponía hora de llegada pero nunca lo comprobaba.
La que cantó "Mata hippies en las Cies" y "Y yo me dedico sólo al vino vino vino vino" durante una noche entera (que yo viera)
La que se quejaba de que dormíamos demasiado.
La que prefería cambiar cada año de lugar de trabajo porque si no se iba a pelear con la gente.
La que consiguió que sus alumnos tuviesen 2 puntos más que la media en selectividad.
La que le dijo a su hija que con esa carrera "no nos iba a sacar de pobres" pero que si quería podía estudiar fuera.
La que la animó entusiasmada a que fuera a Alemania.
La que si hubiese conocido en su juventud, seguro hubiese sido mi gran compañera, pero ya me dejó claro que una madre está para ser madre, no para ser amiga.
La que tras 20 años trabajados la mandaron al paro (indignando a muchos), quitándole la antigüedad, para luego contratarla en la otra punta de la provincia. Y lo supo llevar con una sonrisa.
La que se las calló todas hasta que fue inevitable.
A la que le metieron químicos hasta que se le cayó el pelo y aun así prefería ir sola y no molestar a nadie.
La que en cuanto pudo se dio de alta y siguió trabajando aunque tuviese que ir todas las tardes al hospital.
La que ya lo había superado.

La que ahora tiene miedo.

Y a mi me entran ganas de gritarle que no se preocupe, que aunque ella no lo sepa es inmortal, es ese pilar básico que queda aunque todo se derrumbe alrededor. Y quiero sostener el mundo con ella, aunque no llegue, aunque no tenga fuerzas. Que no la entendemos, ¿pues cómo la vamos a entender si siempre lo ha afrontado todo en silencio? Que duele, ¿cómo no va a doler si le han quitado un cacho de dentro?

La que bromea echándonos a ver si la dejamos en paz. La que dice que sola está bien y no quiere que nos quedemos a dormir (aunque lo hagamos). La que después de la operación nos dijo que no podía hablar pero que le contásemos historias. A la que la auxiliar aplaudió cuando la vio en su primer paseo. La que soñó con queso y jamón york (y acabó hartándose). La que mejora día a día aunque no lo quiera admitir. La que en cuanto se acostumbre volverá a pasar por quirófano. A la que sólo le darán la alegría de su vida cuando salgan los resultados de los análisis (¡y se la darán!). 

A la que el verano que viene, como que me llamo María (aunque perdiese en el cara o cruz), me llevaré a Noruega. O a Islandia, ya veremos. Porque dice que no sabe si es que la miró un tuerto o qué, y yo tampoco lo entiendo. Porque ya está bien.

La que merece un texto mil veces mejor, y unos cuantos libros de los que me encantaría saber la mitad para poder escribirlos.

La que necesito, y quiero que pase todo rápido y bien, y el río vuelva a su cauce, a sus riñas de teletaxi, de que uso mucho el ordenador y de que soy una marmota. A sus llamadas (una cada mil, no vayamos a pensar) de "Mari, estudia". A su vida, que no sé cómo es, pero ha debido de ser increíble para forjar una mujer así.

La que no se merece todo esto, pero lo va a superar incluso con miedo.

Valiente.

miércoles, 3 de julio de 2013

Proyecto fin de carrera

¿Hacer lo que se espera de ti? ¿o lo que te hace feliz?

Ojalá pudieran coincidir.

La deriva. Esa sociedad que te obliga a seguir el camino especificado sin enseñarte a sobrevivir, a vivir. La búsqueda de objetivos sin sentido. La falta de iniciativa. El miedo al qué dirán.

Dejadme seguir flotando.


PD. Y me dicen "no existe mal viento para aquel barco que navega a la deriva"

jueves, 20 de junio de 2013

Cuéntamelo

Que para vivir del cuento hay que tener un cuento del que vivir.


(voy a empezar con la portada)