Como cada día desde hacía aproximadamente un mes, se asomó al escaparate esperando encontrar esa mirada juguetona de ese rostro arrugado que parecía decirle “llévame contigo y seamos felices juntos”. Ese diminuto y gordito cuerpo que graciosamente correteaba de un lado a otro en esa pequeña vitrina de cristal. Ella pegaba su nariz y su mano, a veces en compañía de otros tantos que comentaban lo adorable que era él. Ella, paciente, esperaba que él se diese cuenta de su presencia y le dirigiese aquella mirada que era capaz de alegrarle el día. En ocasiones como esta, se desviaba del camino habitual solo por pasar a contemplarlo un rato. Pero cuando se asomó y buscó en cada esquina del pequeño habitáculo, solo encontró dos yorkshires peleándose entre ellos por un trozo de goma. Esperanzada, pensó “le estarán dando el baño”, hasta que se fijó en la ausencia de ese cartel que le había impedido entrar en aquella tienda. El que indicaba una suma casi igual a la del alquiler mensual de su piso, además de una ficha en la que se detallaban raza, sexo y fecha de nacimiento.
“Se lo han llevado”. Mierda.
¿Por qué tu blog me censura? =(
ResponderEliminarMi no entender
ResponderEliminarTe había puesto un comentario que ha sido gravemente secuestrado. O, puede ser también que no le haya dado a enviar antes de cerrar la pagina. Todo es posible xD
ResponderEliminarDecía que si la cosa no va sobre un perro, no he entendido nada. Y si va sobre perros, siempre puedes encontrar alguno más molón y llevártelo a casa para que no se lo quede nadie más =P
Ahora el perrete estará en una cálida y confortable casa en vez de en una jaula, yo creo que es un final feliz :P
ResponderEliminarAdemas ya habrá tiempo de tener perro, gato y si quieres un zoológico en casa ;D