Este blog lleva demasiado tiempo en estado de espera. Abierto, pero vacío.
Esperaba el momento idóneo, ese en el que de repente aparece una lucecita por tu cabeza y las palabras simplemente se complementan unas con otras. Y hablan de colores, de sonrisas y de canciones. De felicidad, mi tema favorito y el que menos me inspira. Supongo que por eso ha tenido que esperar.
Planeaba, cuando nació, comenzar hablando sobre mí. Algún borrador hay por ahí, pero se ve que no soy demasiado interesante y ya hablo demasiado (que no me basta con tuenti, fotolog, metroflog, space y no sé cuantos chismes más).
No, finalmente, la lucecita no ha aparecido. Creo que huyó a países lejanos esperando que diese la vuelta al mundo tras ella. Objetivo para cuando la cuenta esté llena.
Comienzo para terminar. Para finalizar el año como merece. Porque si merece la pena, se hace y ya está.
Haré lo que pueda, no puedo hacer más.